Juego Responsable

Con tantas cosas pasando ahora en nuestras vidas en línea, las personas pueden hacer prácticamente todo sin siquiera levantarse del sillón, incluso apostar. Pero lo que empieza como una actividad de ocio divertida puede convertirse en un problema: al igual que fumar o tomar. Apostar puede convertirse en una adicción con graves consecuencias, por lo que debemos hablar sobre el juego responsable en Argentina.

Ahora que los jugadores pueden apostar cuando y donde quieran, el juego responsable es un asunto más urgente que nunca.

¿Pero de dónde viene? Como la mayoría de las cosas de nuestra infancia. Un inocente juego de cartas por caramelos o un billete de lotería de 1 peso puede parecer completamente inofensivo, pero también puede alimentar vulnerabilidades personales existentes.

Ningún niño quiere perder un juego, pero algunos niños son más competitivos que otros. Tal vez recuerdes a un amigo de la infancia con una chispa en sus ojos, ese que siempre quería ganar. O quizás vos eras ese niño. Es bueno ser competitivo, pero algunas personas llevan esto demasiado lejos y desarrollan hábitos poco saludables.

En esta publicación del blog, repasaremos algunos signos del juego problemático y daremos una breve descripción de diferentes herramientas y técnicas que pueden ayudar a controlar este hábito poco saludable. Si te sentís identificado con esta publicación o te hace acordar a alguien, no esperes a que las cosas empeoren y obtené el apoyo que necesitás.

No siempre es fácil reconocer que alguien ya no juega por diversión y ha comenzado a desarrollar una adicción. Pero acá hay algunos signos que podes observar:

• No podes parar: Encontrar imposible detenerse es uno de los signos más evidentes del juego compulsivo. Todas las adicciones operan con el mismo mecanismo mental: el centro de recompensa en nuestro cerebro. Así que un jugador no puede dejar de apostar de la misma manera que un fumador habitual no puede dejar de fumar. 

Se vuelve esencial para sentirse feliz, y es difícil encontrar placer en cualquier otra cosa. Si por alguna razón un jugador adicto no puede jugar, puede agitarse, frustrarse, enojarse o incluso deprimirse. Pero al igual que con cualquier otra adicción, siempre encontrará la manera de satisfacer ese deseo, ya sea pidiendo dinero prestado o diciendo estar enfermo para tener más tiempo para jugar. 

Al igual que un fumador sabe que fumar no es sano, un ludópata conoce perfectamente los riesgos del juego. Pero aun así, es difícil resistirse a hacerlo: el ansia de apostar es tan fuerte que puede sentirse casi a un nivel físico.

• Perdes plata: Es universalmente conocido que la casa siempre gana a largo plazo. Esto significa que las posibilidades de ganar del jugador son muy pequeñas. Pero como los jugadores anhelan la emoción de ganar, a menudo apostarán hasta perder hasta el último centavo. Al principio, pueden no darle mucha importancia. 

Después de todo, siempre podés recuperar el dinero ganando o trabajando más para compensar las pérdidas. O eso es lo que piensan los jugadores adictos. La realidad es que no podés recuperar la plata perdida, esa es una ilusión muy alejada de cómo funcionan realmente los casinos. Perseguir las pérdidas solo va a hacer que pierdas más dinero del que ya perdiste o del que puedas ganar.

Una vez que el apostador ha sido atrapado en este círculo vicioso de perder y perseguir pérdidas, comienzan a pedir plata prestada o vender sus pertenencias, hundiéndose aún más en deudas. Si has comenzado a jugar con dinero prestado o dinero destinado a necesidades como alimentos, facturas o cuentas, es una clara señal de que estás empezando a tener un problema con el juego y necesitás ser controlado lo antes posible.

• Sos infeliz: Otra señal de alerta es arrepentirse después, y esto tiene mucho que ver con los procesos químicos que ocurren en el cerebro. Todos tenemos un conjunto de hormonas responsables de nuestra felicidad: dopamina, oxitocina y serotonina. Cuando hacemos algo que disfrutamos, nuestro cerebro libera dopamina. 

Esto aumenta los niveles de serotonina, lo que a su vez desencadena la producción de oxitocina. Esa es la cadena de reacciones químicas que causa una explosión de euforia y nos hace sentir felices. Es por eso que cada vez que un adicto al alcohol toma ese primer sorbo o un fumador da la primera pitada, la sensación de satisfacción se intensifica. Lo mismo ocurre cuando un jugador adicto tira los dados y gana.

Pero el problema es que los niveles hormonales de la felicidad eventualmente disminuyen, y si lo que causó ese efecto es en lo único en lo que confiamos en la vida para ser felices, podemos volver a una realidad muy triste y deprimente una vez que se acaba. Al ver las consecuencias sin el velo de la felicidad, un jugador adicto puede experimentar sentimientos intensos de arrepentimiento, vergüenza y enojo, lo que los lleva a empeorar o cerrarse.

La forma más fácil de recuperar los niveles de felicidad es complacerse nuevamente en la fuente de disfrute, repitiendo el mismo ciclo de gratificación seguido de remordimiento. Las relaciones destruidas, las dificultades financieras, la pérdida de trabajo y la baja motivación son solo algunas de las consecuencias negativas de una adicción al juego.

Apostar en sí no es el demonio que a menudo se cree que es. Cuando se hace bien, puede ser un pasatiempo agradable y emocionante. Los jugadores que quieren mantener el control y disfrutar del juego responsablemente a menudo siguen un conjunto de reglas que ayudan a evitar que el juego se vuelva adictivo. Acá hay algunas reglas que podés seguir:

• Mantené un presupuesto y poné un límite de tiempo a cuánto podés jugar.
• Pensá en el juego como una de las muchas formas para pasar el tiempo libre, pero nunca como un medio para ganar plata.
• Limitá tu consumo de alcohol y mantenete alejado de otras sustancias intoxicantes.
• Jugá con tu propio dinero, y solo con el que podés permitirte gastar.

• Nunca pidas plata prestada para apostar.
• Si perdés, no intentes recuperar lo perdido.
• Jugá en casinos respetables.
• Realizá otras actividades recreativas de vez en cuando.
• Tomate descansos del juego, ya sea una pausa corta durante una sesión o un tiempo libre en general.

Si bien estos consejos pueden ser útiles para quienes tienen una relación saludable con el juego, no son fáciles de seguir si el problema ya ha comenzado a tomar forma. Si los pensamientos sobre el juego están acompañados de sentimientos de ansiedad o incluso enojo, es hora de tomar medidas más fuertes. Afortunadamente, hay una serie de métodos disponibles para controlar los hábitos destructivos del juego patológico.

Dado que el juego en argentina puede ser un terreno peligroso que puede llevar a casos de ludopatía, la industria ha implementado ciertas medidas, que en conjunto se denominan juego responsable. Además de garantizar operaciones justas, estas medidas están destinadas a aumentar la conciencia de los jugadores sobre el posible daño del juego problemático y protegerlos de las posibles consecuencias negativas. El juego responsable proporciona a los jugadores una variedad de herramientas prácticas que pueden ayudarles a jugar de manera saludable. Algunas de estas son impuestas por los casinos, mientras que otras son emitidas a nivel estatal. Aquí hay un resumen rápido de las más destacadas.

• Autoexclusión: Los jugadores tienen la opción de excluirse de jugar por un período de tiempo a su elección. La mayoría de los casinos en todo el mundo ofrecen esta opción, con períodos de tiempo que varían desde 12 horas a seis meses. Durante el período seleccionado, al jugador no se le permitirá jugar, incluso si contacta directamente con el soporte de la plataforma de juego y lo solicita.
• Establecer límites: La mayoría de los casinos te darán la opción de limitar tus recursos, como el presupuesto, el tiempo de juego, las pérdidas, el tamaño de las apuestas y muchos más. Incluso si lo pedís, no se te permitirá exceder los límites establecidos, lo que podría ayudar a mantener la moderación.
• Chequeo de realidad: La apuesta online puede dificultar aún más el seguimiento del tiempo y el dinero que en los casinos tradicionales. Con este fin, muchos de los mejores casinos online ofrecen la herramienta de chequeo de realidad, que es una alerta emergente que te notifica sobre cuánto tiempo y dinero has gastado jugando. Si bien no te limita de ninguna manera, los datos duros pueden ayudarte a evaluar si has ido demasiado lejos.
• Cerrar la cuenta: Esta opción puede parecer la más radical, pero en realidad no lo es. En muchos casinos, puede ser difícil y tedioso cerrar tu cuenta de forma permanente, y algunos te permitirán reabrirla a solicitud. Por lo tanto, si el juego se ha convertido en un problema grave, esta opción es la menos efectiva.

• El esquema unificado de autoexclusión por la Malta Gaming Authority: Aunque el esquema aún no se ha lanzado, se espera que tenga un sistema unificado que excluya a los jugadores de todos los operadores de juegos remotos con licencia de la MGA.

Centros de Rehabilitación: En caso de que te sientas identificado con alguno de los signos, antes mencionados, de adicción, recordá que existen centros de adicciones gratuitos y confidenciales que están a tu disposición para ayudarte. Podés contactarte de manera privada con Juego Responsable Argentina o con Centros de Rehabilitación de adicciones estatales en Argentina.

Además de las medidas ofrecidas por los casinos y los gobiernos, existen ciertas herramientas que cualquiera puede usar por voluntad propia. Estas incluyen diferentes aplicaciones y software que bloquean el acceso a sitios web de juegos de azar y anuncios. Algunas de las más populares incluyen Gamban, GamBlock, Net Nanny, BetBlocker y muchas más. Es posible que tengas que pagar por estas, pero sin duda vale la pena a largo plazo.

Pero todos los métodos mencionados anteriormente sólo pueden tratar los síntomas, no el problema en sí. Las causas por las cuales los ludópatas terminan cayendo en la adicción a las apuestas a menudo no tienen nada que ver con su salud física, sino con su salud mental. Para llegar al núcleo del problema y descubrir por qué ocurrió en primer lugar, la psicoterapia es una opción mucho mejor.

Un psicoterapeuta con licencia te va a ayudar a entender por qué exactamente tenés un impulso compulsivo al juego: ¿Es algún tipo de compensación? ¿Es realmente dinero lo que buscas ganar? Abordar estas preguntas puede producir respuestas y revelaciones que cambian la vida, ayudándote a reconstruir tu vida.

Apostar puede ser divertido o destructivo – la decisión es tuya. Así que por favor jugá de manera responsable.